Un espacio colectivo para reflexionar sobre masculinidades y Educación Sexual Integral

Se trató de un taller organizado por la Dirección de Inclusión Educativa de la UNLP destinado a los/as docentes del Liceo “Ví­ctor Mercante”, del Colegio Nacional “Rafael Hernández” y del Bachillerato de Bellas Artes. Durante el mes de mayo se realizará el encuentro de cierre del taller con la presentación de los trabajos grupales.

El jueves 28 de febrero y el viernes 1 de marzo se realizó en el Salón de Actos “Chicha Mariani” del Liceo “Víctor Mercante” el Taller Varones, masculinidades y ESI a cargo del Lic. Luciano Fabbri. Este espacio colectivo de formación e intercambio pedagógico fue organizado por la Dirección de Inclusión Educativa de la Prosecretaría de Asuntos Académicos de la UNLP y estuvo destinado a los/as docentes del Bachillerato de Bellas Artes, del Colegio Nacional “Rafael Hernández” y del Liceo “Víctor Mercante”. En ambas jornadas, 120 docentes de los tres colegios participaron de un taller de reflexión teórica, epistemológica y práctica sobre el vínculo de las masculinidades con las violencias y complicidades machistas y sobre las políticas de cuidado. Durante el mes de mayo se realizará el encuentro de cierre del taller para presentar y compartir los trabajos grupales.

Agustina Peláez, coordinadora de la Dirección de Inclusión Educativa, contó que este es el cuarto año consecutivo en el que se llevan a cabo, desde dicha Dirección, espacios formativos en relación a la Educación Sexual Integral (ESI) destinados a los/as docentes de pregrado de la UNLP. Asimismo, aseguró que la Dirección toma las demandas específicas que surgen de los Equipos de Gestión, los/as docentes y los/as estudiantes para construir acciones de formación colectivas. “Tenemos la convicción de que para garantizar la implementación de la ESI en los colegios un factor imprescindible es el trabajo con docentes. Estas acciones, diversificadas por nivel, buscan generar ámbitos para pensar, reflexionar y encontrarse con otros/as docentes”, afirmó Peláez.

Este año se decidió trabajar junto a los tres colegios mencionados sobre masculinidades, “una temática que venía siendo recuperada fundamentalmente desde los Equipos de Gestión y los/as docentes”, dijo Peláez. Además, contó que desde la Dirección tienen una interlocución permanente con los Equipos de Gestión y con otros espacios institucionales de los colegios para conocer qué sucede con la implementación de la ESI.

 

{{galeria:350|}}

 

Por su parte, Luciano Fabbri comentó que el Taller Varones, masculinidades y ESI está orientado a trabajar sobre el vínculo entre la construcción social de la masculinidad y las violencias. En tal sentido, busca “aportar algunas reflexiones sobre cómo la construcción de la masculinidad influye en la distribución de las tareas de cuidado, entendiéndose en un sentido amplio -tanto para hablar de derechos sexuales reproductivos, paternidades y tareas domésticas-, y también ofrecer algunas herramientas para poder comprender la coyuntura actual donde el avance del movimiento feminista y de disidencia sexual provoca reacciones defensivas por parte de los varones”. A la vez, Fabbri afirmó  que este contexto  “nos presenta el desafío en los establecimientos educativos de crear herramientas para abordar esos emergentes, que muchas veces están relacionados a las denuncias crecientes de abusos, violencia sexual y acoso entre pares y plantearnos qué dispositivos podemos pensar desde la educación y desde la ESI en particular para abordar estas problemáticas”.
  
El tallerista contó también que sus primeras aproximaciones al campo de las masculinidades y su replanteo viene de experiencias de espacios de educación popular y no formal en el marco de movimientos sociales y espacios de activismo político. “Esas prácticas políticas motivan a informarse y a acercarse a las producciones teóricas y epistemológicas en relación a los debates sobre masculinidades y plantean cómo hacer de esas producciones intelectuales insumos para volver a los espacios pedagógicos, sean formales o no formales, para nutrirse de esas experiencias colectivas que no están disociadas de lo que ocurre en las escuelas, a pesar de que muchas veces haya una jerarquía de los saberes donde esa experiencia que se produce y se teoriza desde el campo popular queda excluida como conocimiento a ser validado en las instituciones académicas”.

En cuanto a las impresiones que observó en los/as docentes, Fabbri dijo que “está en evidencia la necesidad de incluir estas reflexiones, queda claro que hay una sensibilización sobre estos temas en general”. También reflexionó sobre el fenómeno de los “escraches” como un emergente social de los últimos años, los cuales, desde el Ni Una Menos y las recientes denuncias públicas del colectivo de actrices, “pusieron sobre la mesa la discusión sobre las metodologías de denuncias, pero también cómo esas metodologías hacen reflexionar acerca de los canales inexistentes en las instituciones y cómo nos desafían a poder pensar la construcción de los mismos y de espacios pedagógicos para abordar estas problemáticas”. Asimismo, Fabbri reconoció que “hay una gran apropiación de los talleres por parte de los/as docentes porque están sensibilizados con lo que sucede en los espacios escolares. Noto implicación y voluntad de ponerle el cuerpo y cabeza a estas reflexiones.”

En relación a la temática de la construcción social de la masculinidad y de repensar las relaciones vinculares entre estudiantes, la Dirección de Inclusión Educativa realizará el próximo 15 de marzo una actividad coordinada por Susana Toporosi, psicoanalista de niños/as y adolescentes.

 

{{galeria:351|}}